Intrigas y dilemas

Entre dos ambiciones.

I.

No ha sido sencillo confesar a los vasallos norteños la retroversión del Rey en el Norte guardián del Norte. El amor y la proximidad del señorío de la noche han menguado la dignidad nobiliaria y el mandato de los lores frente a la reina de los dragones, una decisión inexplicable para la Señora del Norte.

Pero si Jon se ha sometido a renunciamientos para conformar el mayor número de aliados posible, la revelación de Samwell Tarly ha sido pronunciada ante la reclamante al Trono. Si en algún momento existieron dudas sobre la aceptación de su sobrino, legítimo heredero al Trono, cabe señalar que los vínculos de sangre y la admiración ante su lord más fiel no han reconsiderado la ambición de reinar sobre los Siete Reinos.

II.

Hemos tenido además la posibilidad de confirmar aquella enseñanza del Sabueso Clegane.

“Mírame. Stannis es un asesino. Los Lannister son asesinos. Tú padre loe ra. Tú hermano lo es. Tus hijos lo serán algún día. El mundo lo construyen asesinos. Más avale que te acostumbres a verlos”

Durante el juicio a Jaime Lannister, el León Dorado esgrimió una una débil defensa sobre el asesinato del Rey Loco, casi inculpatoria:

"¿Quieren que me disculpe?
No lo haré.
Estábamos en guerra.
Todo lo que hice
lo hice por mi casa y mi familia"

Atrás ha quedado la conmovedora narración de Jaime sobre las difamaciones de quién ultimó al monarca de sangre dragoniana habituado al goce piromaníaco con víctimas humanas. Tras la absolución de Jaime, Gusano Gris entrega la espada, llevando luego la mano del Inmaculado a su pecho: ¿señal desafiante o emotivo gesto de la piedad real?

Podrías hacerlo mejor, Jaime.

III.

Han sido sangrientas las causas de la renovación política en Poniente. O Fortuna volut luna, statu variabilis, la vieja escuela ha sido despejada - y con ella sus tradiciones, obsesiones y rencores- permitiendo las esperanzas hacia un nuevo acuerdo constituyente. En la turbulencia, el norte continúa negociando condiciones de gobierno y reparaciones por los daños de guerra.

III.

La batalla ha dejado heroicos decesos: la nobleza prudente de Jorah, la gracia divina de Beric Dondarrion, la oscura beneficencia de Melissandre, la intrepidez obstinada de Lyanna Mormont, la expiación valerosa de Theon Greyjoy y la sonrisa entusiasta de Eddison Tollet. La temeraria caballería dothraki, carne de cañón en la estrategia de la batalla, se ha reducido casi un recuerdo.

La abstención de la Casa Glover ameritaría nuevos esfuerzos de persuasión. Erradicados Los amantes mortiferos, el beneficio obtenido por Bosquespeso debería ser retribuido de algún modo. 

IV.

Algunas unidades de Daenerys han llegado a las puertas de Desembarco del Rey. Previamente, ha caído el segundo dragón, Rhaegal, a manos de la astuta conducción de la Flota de Hierro. Cersei Lannister ha dejado en claro con la decaputación de Missandei que la negociación de paz, es un esfuerzo inútil. 

La piedad de Varys hacia el común de la ciudad capitalina y la búsqueda del mejor líder retorna los viejos y oscuros juegos del poder. Daenerys ha sido puesta a prueba en una sociedad feudal, donde el consenso y la tradición matizan las inequidades persistentes; son los libertos del otro continente quiénes recuerdan el sujizgamiento en el otro continente y conforman un apoyo incondicional. Habiendo sacrificado la mayor parte de sus tropas en la Larga Noche, la ingratitud y la desconfianza amenazan con desestabilizar el arte político con la ira, mientras que sus asesores han guardado silencio para barajar nuevas opciones.

Las Stark y su antigua reivindicación por un Rey para medio continente resultan un conflicto que se agudiza paulatinamente. Sansa actúa como jugador de veto, buscando consensos para otra sucesión. , Entiende que un gran sufrimiento debe justificar un gran destino. Es por eso que confiesa a Sandor Clegane que ya no es un "pequeño pajarito". 

La muerte de Jorah Mormont ha sido una gran perdida para el bando Targaryen. El más fiel consejero, su prudencia podría haber dispuesto grandes avances en los acuerdos con el Norte. ¿Podrá la jacobina albina convertirse en la esperanza plebeya, ante la inútil legitimidad como sucesora de un monarca terrorífico?