Brindis por Guasón. Anotaciones sobre "Joker", de Todd Philips (2019): Demonios y demonizaciones (1era. parte)
No fue entonces un ácrata invitando a revolucionar la sociedad fugando presidiarios, ni otra referencia jacobina ominosa para tantos apólogos irresponsables del pensamiento liberal que señalan defender. Tampoco un oriental afectuoso hacia Kalashnikovs, en una videocomunicación, amenazante, con la promesa de reducir a Occidente al paisaje infértil y hóstil que decora la comunicación vía CNN-FOX en tiempos de la “Guerra contra el Terror”. El “Eje del Mal” se ha dislocado. Y cuando los ropajes del terror suelen actualizarse al compás del último grito de la moda gubernamental, el peregrinar del film de Todd Philips no podía ser la excepción. La exploración artística del mal no es algo novedoso. También que sólo es nuevo lo que hemos olvidado; la recuperación de las viejas preguntas es insoslayable y, más aún, la audacia de buscar respuestas posibles. El resultado es esta obra coral (la firma de Philips, la seminal disposición narrativa de Scorsese, la presencia dramática de Joaquín el